Varios son los frentes de tormenta que se ciernen sobre el cielo de la patria. Los más relevantes son:

1. La falta de acuerdo con los acreedores privados en la negociación con la deuda pública. 

2. Las tensiones con el campo por el tema de las retenciones, especialmente la correspondiente a la soja.

3. La disparada de los precios de los alimentos en un contexto de salarios semi paralizados.

4. La economía que no arranca en un contexto de parate mundial, provocado por el inesperado corona virus.

5. El disgusto de una parte importante de los jubilados, por la merma en el incremento del haber jubilatorio de marzo.

6. Las tensiones con los jueces por la idea de suprimir las jubilaciones de privilegio.

7. La potencial tensión con la iglesia por el tema de interrupción del embarazo.

8. Potenciales tensiones con el mundo universitario por la idea de reforma de ese sector. Cabe recordar que los profesores universitarios no tuvieron el incremento fijo que, entre otros, tuvieron los estatales.

Todo esto transcurre en medio de un aluvión mediático que intenta sembrar desasosiego. Se impone reconocer el enorme cambio que el coronavirus le impuso a la economía mundial, poniendo en marcha un plan alternativo que contemple la modificación del escenario.

Hay que aguantar los trapos!!!!