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Historia

Origen de la CGE

16 de agosto de 1953, su fundación. El origen de la CGE está inextricablemente ligado al cambio de políticas económicas impuesto por Juan Domingo Perón a partir de su asunción de la presidencia de la nación en febrero de 1946. En 1950 las asociaciones empresarias de importancia en el país eran las siguientes: la Sociedad Rural Argentina (SRA, fundada en 1866), que representaba los intereses de los grandes terratenientes que hacían o lucraban con explotaciones agropecuarias; la Unión Industrial Argentina (UIA, 1887), histórica representante de las grandes fábricas inicialmente creadas en Argentina por capitales extranjeros; la recién creada Confederación Argentina de la Producción la Industria y el Comercio (CAPIC, 1950), que nucleaba a los numerosos comerciantes y escasos industriales del interior de Argentina.

La SRA y la UIA estaban mayoritariamente integradas por empresarios de la provincia de Buenos Aires y de la Capital Federal, que se oponían activamente a Perón y que habían financiado a la Unión Democrática que le disputó la candidatura a la presidencia de la Nación.

Las políticas industriales de Perón, guiadas por el industrialismo militar del ejército argentino y reforzadas por el cierre de las exportaciones argentinas durante la Segunda Guerra Mundial, requerían la creación de un mercado interno que sustentara y promoviera el crecimiento del empresariado nacional de mediano porte (pymes), lo que el socialismo y el marxismo denomina habitualmente burguesía nacional. Asimismo, se necesitaba una entidad que los agrupara y estuviera dispuesta a negociar con el gobierno medidas de promoción y a apoyarlo en la difícil tarea de su aplicación frente a los poderosos intereses capitalistas.

La SRA y la UIA eran los principales obstáculos para esa tarea, tanto por su ideología como por sus intereses económicos y su historia. Perón intervino la UIA a poco de asumir y estimuló la creación de una entidad alternativa compuesta por empresarios políticamente afines pero mayoritariamente bonaerenses, la Asociación Argentina de la Producción la Industria y el Comercio (AAPIC).

Poco después ésta devino en Confederación Económica Argentina (CEA), pero nunca logró apoyo significativo fuera de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires. Gracias a las gestiones del empresario naval Alberto Dodero y del contador Alfredo Gómez Morales (principal asesor y luego ministro de Asuntos Económicos durante todo el segundo período presidencial de Perón), José Ber Gelbard se entrevistó con Perón en el Palacio Unzué (entonces la residencia presidencial) en abril de 1950. El empresario obtuvo entonces el aval del presidente para fundar la que luego se denominó Confederación General Empresaria (CGE), una entidad empresaria pluripartidaria pero básicamente afín a las políticas oficiales.

En mayo de 1950, por iniciativa de Gelbard, se realizó en la ciudad de Catamarca el Segundo Congreso del Noroeste Argentino. Al final de las sesiones, donde participaron representantes de la CEA, se convino en la creación de una nueva entidad empresaria, la Confederación Argentina de la Producción la Industria y el Comercio (CAPIC). Pese a desacuerdos iniciales, Gelbard hizo gestiones ante algunos dirigentes de la CEA para viabilizar la fusión de ambos organismos en uno más abarcativo de los pequeños y medianos empresarios de todo el país (la futura CGE).

La propuesta de creación de la CGE se hizo pública el 26 de mayo de 1950 en la capital de Catamarca. Tras largas y arduas negociaciones entre la CEA y la CAPIC, sus estatutos fueron aprobados en diciembre de 1952 cuando se constituyó una Comisión Directiva provisoria. Finalmente, el 16 de agosto de 1953, se reunió la Asamblea Constituyente de la entidad, que eligió como presidente de la Comisión Directiva a Gelbard, quedando disueltas la CEA y la CAPIC. La fecha fue instituida en el año 2014 como el Día del Empresario Nacional por Ley Nacional Nº 27108. La CGE tendría a partir de entonces un importante rol en las políticas económicas peronistas en todo lo referente a las pequeñas y medianas empresas (pymes) argentinas.

Representación Federal

Desde sus orígenes, las autoridades de la CGE están conformadas por representantes de las CGE regionales, dando mayor representatividad a las economías regionales, y diferenciándose de este modo de otras confederaciones empresarias con profundas raíces en las corporaciones centralizadas en las grandes ciudades del país, principalmente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La actualidad de la CGE Metropolitana

En la búsqueda de una profundización de la representatividad de la entidad, la CGE metropolitana, a partir de su última modificación estatutaria, forma tres nuevas delegaciones en el conurbano para complementar la preexistente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y de este modo otorgar mayor representatividad y lograr una fuerte cercanía con aquellas empresas que forman parte y se encuentran instaladas en alguno de los 24 municipios que representa.