El punto crítico alcanzó niveles impensados. La Organización Mundial de la Salud declaró pandemia al coronavirus. En mi vida vi algo igual. En Italia, entre otras cosas, se suspendió el fútbol.  El mal parece no detenerse. En medio de esto más allá del pánico sanitario aparece el económico. Fui uno de los primeros en señalar en los medios este último riesgo. No obstante, pese a haberme especializado en crisis económicas, nunca advertí que un tema de salud podría derivar en esto.

Quizás la guerra comercial ayuda a agravar aún más las cosas. Lo cierto es que se prevé una caída de la producción mundial. El comercio internacional transita el peor momento de los últimos tiempos. La baja de los precios de las materias primas comienza a producirse. Los financistas retiran sus fondos y buscan refugios seguros.

En medio de todo esto nuestro país tratando de solucionar el tema de la deuda pública. Esperemos poder llegar a buen puerto.

Ah, y que el coronavirus sea sofocado.