Hacia un plan sostenible en el tiempo
Hay dos elementos centrales que deben considerarse a la hora de
elaborar un plan económico. Uno concierne a lo financiero y el otro a la solvencia.
Si aplicamos esto para el caso de la deuda pública, lo financiero persigue que
el programa de pagos esté distribuido en el tiempo y que le permita al país
afrontar los vencimientos sin sofocones. La situación actual presenta
vencimientos muy concentrados imposibles de afrontar.
Este es uno de los temas que el Gobierno está intentando renegociar con los
acreedores.
El otro elemento, la solvencia, analizado también para
el caso de la deuda pública, apunta a dos cosas. Una a la proporción que
tiene la deuda con respecto al producto y la otra su evolución en el
tiempo. Cuando la deuda se acerca al 100% del producto luce preocupante. Y si
además su evolución muestra una tendencia a incrementar ese porcentaje eso es
más preocupante aún. La situación actual presenta una tasa cercana al 100% con
tendencia a incrementarse debido a que la tasa de interés excede holgadamente a
la tasa de crecimiento del Producto. Desde luego el resultado
fiscal no compensa esa diferencia.
Atento a estas consideraciones la otra parte de la renegociación
con los acreedores apunta a una quita, para bajar el porcentaje, y a una baja
de la tasa de interés compatible con el objetivo de que el nivel de
endeudamiento vaya bajando.
Todo los demás es cháchara.