El modelo librecambista tiende a minimizar la producción industrial al tiempo que maximiza la agropecuaria. Ello debido a que, con la homogeneización de las retenciones a las exportaciones de todos los productos, el tipo de cambio efectivo (el que se aplica para las exportaciones e importaciones) resulta igual para todo tipo de operación. Ello hace que se estimulen las exportaciones agropecuarias al tiempo que se desalientan las industriales. Desde luego esto favorece además las importaciones de bienes industriales. Todo ello porque el tipo de cambio ajusta al nivel de las exportaciones de bienes primarios, dado que estos tienen ventajas comparativas. Desde luego ese valor del tipo de cambio resulta bajo para los bienes industriales. Si a esto le sumamos la eliminación de las restricciones para la importación, los riesgos de que la balanza comercial sea deficitaria son enormes. Desde luego una balanza deficitaria es una pésima noticia para obtener dólares genuinos. Al contrario, con ese desempeño emigran. Siendo esto así la probabilidad de conseguir dólares para atender los vencimientos de la deuda es nula.

¿Como se elimina la posibilidad de que el valor la balanza comercial sea negativa?

Al respecto debemos tener presente que el valor de las importaciones se obtiene en función de la actividad económica, conforme a lo siguiente:

a) si crece la actividad económica las importaciones crecen.

b) si cae la actividad económica las importaciones caen.

Al mismo tiempo el valor de las exportaciones tiende a crecer mucho menos que las importaciones. En consecuencia, si nos manejamos con un modelo librecambista el único modo de obtener un resultado positivo de la balanza comercial es con recesión. La misma hace caer con fuerza las importaciones. Ello es lo que viene sucediendo en estos últimos meses. Desde luego no esperemos cambios si el modelo no cambia.